Un sí a los transgénicos.

El debate sobre el sí a los alimentos transgénicos o el no a los organismos transgénicos es una cuestión moral que en cada individuo produce una serie de conmociones. A continuación, presentaré mi defensa hacia los organismos transgénicos. Los alimentos transgénicos se cultivan hoy en día en prácticamente todo el mundo, hecho que bajo mi punto de vista es muy favorable para los países que se encuentran en vía de desarrollo. Por esta razón, sin ir más lejos, en África, donde abundan las tierras secas y poco áridas, y donde las condiciones ambientales no son favorables para que se lleven a cabo cultivos tradicionales, la incorporación de los transgénicos llevaría al aumento de la producción, de manera que los alimentos transgénicos producidos serían imprescindibles para acabar con el hambre instalada en este país. La principal ventaja de estos alimentos, entonces, es que aunque se instalen en suelos pobres y secos, la cosecha está más que asegurada debido a las manipulaciones que se han hecho en estos alimentos. Otro motivo por lo que doy un sí a los transgénicos es por la incorporación que éstos tienen de vitaminas. Así pues, se crean alimentos que poseen un elevado número de diversas vitaminas que ayudan a combatir enfermedades y superar malos hábitos alimenticios. Podríamos transportar esta característica a África también, y así llevar millones de vitaminas a un país en el que los ciudadanos lo están pasando tan mal, y donde el alimento escasea cada día más. Y además de las vitaminas, se puede conseguir que se mantengan durante más tiempo las propiedades nutricionales de estos alimentos, y que sean más resistentes a las condiciones ambientales. Y como antes decía, además de que se pueden dar en zonas poco áridas, también ayudan al suelo en el que se han cultivado, debido a que los organismos genéticamente modificados prescinden de un elevado uso de pesticidas y de productos pesticidas que contribuyen negativamente al medio ambiente. En un plano más inferior, se podría destacar que los alimentos transgénicos son más agradables para la vista del consumidor, que por lo general, tiende a optar por alimentos que mejor pinta tienen. Es fácil, ¿prefiere un tomate pequeño y con un tono verde, o un tomate grande, rojo, y hermoso? Esto es ya una cuestión que depende del gusto del consumidor, aunque generalizo, y bajo mi opinión, optamos a los trangénicos cuando nos dan a elegir, aunque no siempre seamos conscientes de que estamos eligiendo el transgénico. Así pues, los alimentos genéticamente modificados poseen, bajo mi punto de vista, una serie de características que conllevan todas ellas a un interés económico, pues todas están relacionadas entre ellas. Entonces, es fácil imaginar que si usamos los transgénicos, la cosecha es mayor, se reducen los pecticidas usados, y por lo general, suelen ser más baratos que los alimentos cultivados tradicionalmente, hechos que llevan a una interés económico notable, y que hace que cada día sean más las cosechas transgénicas las que se cultivan.