Me ha encantado cada una de las palabras que han pasado por mis labios al leer esa entrada. La he leído cuatro veces, porque con cada lectura aumentaba, en serio, estaba engordando de felicidad a la vez que iba leyendo. Os la voy dejar, para que intentéis sentirla, y a modo de pasaporte, pasaporte a su vida. PD. Mi alma, ole tú, pero ole, y ole, y ole otra vez, y la madre que te parió.

¿Quién no lee no sabe lo que se pierde?

"El tiempo no nos hace más sabios, solo más cobardes. Durante años he huido sin saber de qué. Creí que, si corría más que el horizonte, las sombras del pasado se apartarían de mi camino."

No me ha gustado leer nunca. Siempre he pensado que eso es de aburridos. Especifico. Leer, en plan almorzar, y coger un libro a las cuatro de la tarde para soltarlo a las ocho. Creo que eso es aburridísimo. Me he buscado una dedicación nueva, que va justo después de llegar a casa por la tarde, y cenar, hasta que me entra sueño. Leer. Me ha dado por leer. No he leído en mi vida porque lo odio, pero estoy devorando con curiosidad a Zafón. Me encantan cada uno de sus libros. Esta noche pienso acabar Marina, os lo recomiendo. La verdad es que no me apetece acabarlo. Me siento identificado con Óscar, y que el libro acabase supondría la muerte del personaje para siempre. Una vez que guarde el libro porque lo haya leído, descansará para siempre. Soy un flojo, ya se va notando. He perdido cualidades para escribir en el blog. Es verano. Me voy a veranear, ya no me apetece seguir escribiendo.