Hay mil y un tipos de palabras. Cada una de ellas con un curioso significado. Difíciles son las que hacen algún daño, o acogedoras las que de alguna manera, nos hacen sentir realmente bien. Quizás existan palabras que nunca debieron existir, y palabras cuya pronunciación debería de prohibida. Encontramos también aquellas que son nuestras favoritas y que en las dediciones difíciles, solemos recordar. Inolvidables son las palabras de los abuelos, aquellas de las que tanto he reconocido aprender, de las que realmente he aprendido demasiado. Palabras de una madre, cuyas letras llegan al alma y nunca desaparecen. Luego están aquellas que son tan imprescindibles en nuestra vida, aquellas que enriquecen nuestro vocabulario, o cualquiera de ellas que nos abre un texto, o que nos lo cierra. Palabras que usamos día a día, o palabras de las cuales cuyos significados ni conocemos, pero queremos saber, y de hecho lo hacemos, saber que lo sabemos (piensen, piensen..). Palabras cultas y vulgares, palabras extranjeras, en otros idiomas. Palabras que nacen y mueren con nosotros. Palabras que lo hacen todo, que nos dan la vida. Palabras, una de las primeras cosas que se aprenden. Palabras que muestran una profunda visión del locutor. Palabras que tanto dan, y tanto hacen, cada una de ellas en una categoría. Al final están, aquellas dos que tan difíciles son de conseguir, aquellas imposibles que no suelo regalar, aquellas que sólo la llevan mis mejores amigos, mi familia.. Aquella de la que todo lo aprendí, y tanto me hizo ver. Tú, te quiero.
