La aventura comenzará de nuevo, sígueme en:

http://cristiangomezacosta.blogspot.com.es/

Como único redactor del espacio en el que se encuentra comunico que en los dias venideros comenzaré una nueva aventura a la que os invito a que os unáis en: http://cristiangomezacosta.blogspot.com.es/

Contacto: cristian_betico_09@hotmail.com | Text is available under the Creative Myself Production; additional terms may apply. By using this site, you agree to the Terms of Use and Privacy Politic. Cristian Gómez ® is a registered trademark of the Blogger Fundation, a non-profit organization.

7/7/2014

jueves, 11 de noviembre de 2010

Caramelización


¿Y si pudo pasar y yo nunca me dí cuenta? No creo que nadie pueda ser tan estúpido para dejar pasar semejante oportunidad. ¡Qué va! Definitivamente cada día se me alteran más las hormonas amorosas, hasta el punto que alcancen tal temperatura que se evaporen. Tanto amor no puede ser bueno. A estas edades, lo que pega es coger un buen vuelo, y dejarse de tonterías y estupideces. Siempre quedan las ganas intensas por amar y no dejar de hacerlo nunca, pero quizás siempre quede todo el tiempo del mundo para amar intensamente, y volver a amar de una manera muy especial. ¿Y con esto qué? Pues con todo este tema amoroso sólo conseguimos hacernos un lío mental, psicológico y todo lo que venga en falta, un síndrome en el que caemos los más alocados y espontáneos y que nos hace ver que el amor cada día es mejor, para iluionarnos cada día aún un poco más d elo que estamos. Al fin y al cabo, el síndrome tiene que desaparecer. Cuando esto sucede, nada se ve antes. Todas las cosas vuelven a dar un giro de quinientos grados, o más. Y todo esto me hace cada dia sentirme mejor por una parte y mucho peor por la otra. Vale, mejor porque cada día te quiero más, y peor porque a la vez que te quiero yo solito te veo cada día como un sueño aún más inalcanzable que el día anterior. Sólo me quedan las ganas de seguir siendo yo, de dejar mi corazón tan libre como hasta ahora, aunque quizás cambie mañana, y pensar que me queda toda una inmensa vida para amar de mil maneras, aunque con el paso del tiempo, se me hará un tiempo increíblemente corto. Hasta entonces, lo mejor será sin duda ser yo mismo como hasta ahora. Y firmado y jurado queda, cuando uno es joven, tiene que hacer todas las cosas que jamás un casado hará. Eso no me lo quita nadie. Por otra parte, estás tú, aquella que me hace mil noches imposibles y por la que tanto y tanto me he comido, me como, y me seguiré comiendo la cabeza. Hasta ver mis sueños cumplidos, sólo podré conformarme por verte cada sábado y decirte, de lejos o por mensaje, de la manera que sea: Tú, te quiero. Entonces me doy cuenta de que no es otra cosa, la caramelización ha llegado a mí. Bienvenida seas, y acogida también.

PD. Claro está que tenía que hacerte referencia en esta entrada. A tí claro, al que espero que tantas cosas me haga llevarme del centro, y a aquel que siempre tendrá la manera de ser que lo caracteriza. ¡Un abrazo!